Si luego son campeones, es obvio que no tendrá ninguna importancia. Mientras no se demuestre lo contrario, vamos a pensar que la mejor versión de los Cavaliers está ahí, a mano. Esperando a que comiencen los playoffs para despedazar a los rivales. Desde luego en el Este. Pero el hecho, en la última semana de marzo, es que la Regular Season del campeón ha sido (está siendo) francamente decepcionante. Los Celtics están a solo un partido y eso a pesar de que LeBron James es el segundo en minutos de toda la NBA (37,5). Y el equipo ha alternado idas y venidas con el mejor ejemplo en este 2017: 7-8 en enero, 9-2 en febrero y 5-7 en marzo. Dientes de sierra y en total, 46-24 (50-20 hace un año a estas alturas). Solo 18-17 fuera de su pista, solo 16-13 contra equipos del Oeste.
Y sin defensa. Ese es el asunto principal, sacado dolorosamente a la luz en Denver: 126-113. Los Nuggets anotaron 73 puntos en la primera parte y 70 totales en la pintura. Anotaron 51 canastas con un 53% en tiros y un rating ofensivo de 128,9. Y repartieron 35 asistencias. Troncharon la defensa del campeón de la NBA, que ocupa el puesto 22 de la liga en rating defensivo. Desde el 1 de enero, el 26. Desde el All Star Weekend, el 29. De 30.
Los Cavaliers no defienden nada. Han volcado su política de adquisiciones hacia el talento y la capacidad de sumar puntos para seguir la hipotética estela de los Warriors (Korver, Deron Williams). Andrew Bogut sí era una apuesta por la dureza defensiva pero solo jugó unos segundos con la camiseta de los Cavs antes de caer lesionado. En las pasadas Finales (en todos los playoffs 2016), jugadores teóricamente sospechosos dieron un excelente nivel en defensa (Kyrie Irving, JR Smith, incluso Kevin Love con intermitencias). Así que la cuestión es si el problema va más allá de la apatía de la Regular Season y el gasto de energía en mínimos. En Denver, los Cavaliers cometieron errores dantescos, de concentración y conceptos. No sostuvieron ningún duelo en uno contra uno y por eso, tal vez, se pudo ver a LeBron estático y sin acudir a ayudas. El propio LeBron y Tristan Thompson, los dos especialistas del quinteto, están a años luz en el apartado defensivo de donde estaban justo hace un año. Una vez más, se les espera para playoffs…
Después del partido, LeBron sacó a pasear el hacha: “La dureza no se entrena, se tiene o no se tiene. No hay que culpar al grupo, hay que centrarse en dar cada uno el máximo de sí mismo”, dijo al tiempo que aseguró que no se estaban tomando lo suficientemente en serio los duelos defensivos individuales. Eso sí, no quiso caer en la histeria: “Tenemos que tomarnos la defensa individual en serio. Confiamos demasiado en las defensas de los compañeros. Hay que ponerse con tu emparejamiento primero y a partir de ahí ya vendrán los compañeros a ayudar. Pero no estamos todavía en modo playoffs. Todavía tenemos que seguir mejorando día a día, cambiar hábitos, acoplar a los nuevos y a los que han estado lesionados…”. ¿Y autocrítica? Hasta cierto punto: “Ha habido jugadas en las que he podido hacer más, pero yo siempre juego duro. Siempre”.
Tyronn Lue también fue bastante explícito: “Te ganan de 40 y van a por todas las bolas, siguen metiendo físico y concentración. Nosotros perdemos de 40 y andamos por la pista de un lado a otro, sin que se sepa qué hacemos. Los entrenadores tenemos que mejorar pero los jugadores también tienen que hacerlo mejor. Tienen que ser más duro, jugar con más hambre. Primero los entrenadores, de acuerdo, pero que los jugadores se miren también al espejo”.
Finalmente Kyrie Irving, siempre una presencia tranquila y optimista, no niega que no está siendo una temporada de ensueño pero eso no le quita el sueño de cara a los playoffs: “No se puede comparar este año con el pasado, no sería ni justo. Lo que intentamos es llegar a los playoffs en la mejor forma posible. Ha sido todo raro, muchas lesiones, cosas que ajustar, traspasos y nuevos jugadores. Pero lo arreglaremos, no estoy preocupado. Hemos construido una cultura, tenemos una base en la que apoyarnos. Tenemos que estar más enchufados y apoyarnos más unos a otros… y nos irá bien”.
Ha habido rumores de que LeBron y Kyrie apenas se trataban, también de que tenían voluntad de que eso no se enquistara. Tristan Thompson está muy por debajo de su nivel y es un jugador esencial de cara a los playoffs. Los quintetos con jugadores como Love, Korver y Frye hacen mucho daño a los rivales en ataque… pero conceden mucho en defensa. Los Cavaliers no están entre los 15 mejores equipos (la mitad buena) de la liga en rebotes ni entre los 15 que menos puntos encajan en la zona…
Los medidores no son buenos, LeBron vuelve a salir con el despertador, y los playoffs asoman a tres semanas con Kevin Durant ultimando su recuperación. Los Cavaliers o esperan al momento de la verdad o no están donde deberían. Por ahora hay que pensar lo primero, pero ya veremos...